San Isidoro del Campo

Visita al Monasterio de San Isidoro del Campo. Santiponce.
Enclave monumental de primer orden, el Monasterio de San Isidoro del Campo fue levantado por Alonso Pérez de Guzmán el Bueno y su mujer María Alonso Coronel, en unos terrenos conocidos como Sevilla la Vieja, cercanos a Itálica en el siglo XIV. Comenzaremos la visita explicando la fisonomía del exterior del edificio con su particular forma de construcción fortificada o defensiva, con almenas y ventanas saeteras, su doble ábside a dos alturas y su torre barroca, desde el atrio accederemos al interior por una puerta gótica mudéjar. Ya en el interior contaremos leyendas e historias de su fundador, el poderoso personaje Guzmán el Bueno, primer particular que impulsa la construcción de una institución monástica en Andalucía como panteón familiar. Hablaremos de la figura de San Isidoro, Obispo de Sevilla cuyo cuerpo apareció incorrupto en este lugar, contando la leyenda del rey moro Almutamid y el Obispo Alvito a quien en sueños se le apareció San Isidoro revelando el sitio de su enterramiento. Ya en el interior del Monasterio explicaremos la historia del edificio desde su fundación, el paso de las distintas órdenes que lo habitaron, la formación de un importante foco luterano entre sus monjes, su reconversión en fábrica de cerveza y tabaco e incluso cárcel de mujeres, su intento de derribo y sus actuales propietarios la Fundación Alvárez de Toledo en convenio con la Junta de Andalucía, y recorreremos este magnífico conjunto monumental, sus dos Iglesias, la vieja con el magnífico retablo de Martínez Montañés y la nueva con los sepulcros de Juan Alonso Pérez de Guzmán y Urraca Ossorio, contando la leyenda de su criada Leonor Dávalos, quemadas vivas por orden del Rey Don Pedro. Hablaremos del aristócrata torero, Rafael Pérez de Guzmán personaje del siglo XIX, que probó suerte en los lances del toreo, también enterrado en este lugar. Visitaremos la Sacristía, la Sala Capitular, la Capilla privada o del reservado, con otro retablo de Montañés, el Claustro mudéjar llamado de los muertos y el Claustro de los Evangelistas y el Claustro grande, el Refectorio con una colección importante de pintura dedicada a San Isidoro y la sala del artesonado. Un apasionante recorrido cargado de historias y arte en uno de los conjuntos monacales más antiguos y conservados de Andalucía.





 





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