Los viajes de un cuadro
En 1666 Murillo pinta para el Retablo Mayor del Convento de Capuchinos de Sevilla, aquel que se encuentra en la Ronda histórica de la ciudad oculto tras una espantosa Gasolinera Repsol, una de sus mejores obras, El Jubileo de la Porciúncula. Si bien la vida de esta obra prometía ser tranquila, realizada para la contemplación y rezo espiritual de todos los visitantes a la Iglesia del Convento, los avatares de la convulsa historia de España en el siglo XIX, convirtieron a esta obra en una gran viajera. Cuando los franceses llegaron a Sevilla en 1810, en esa invasión Napoleónica, traían una lista de deberes que se las había dictado el Mariscal Jean de Dieu Soult, y estos franceses muy obedientes la realizaron muy bien. Esta lista de deberes era muy explícita, y en ella se detallaba todos los cuadros de Murillo con los que el Mariscal se había encaprichado entre ellos figuraban los veinte Murillos de Capuchinos. Pero lo que no sabía Soult que los monjes se la jugarían (con la Iglesia hemos topado), y alertados del saqueo y en un alarde de valor e inteligencia, descuelgan todos los cuadros de los altares, los desclavan de los bastidores, los enrollan y embarcándolos en el Guadalquivir, allá por San Telmo, los trasladan a Gibraltar. Imaginaros la cara de esos franceses al ver la Imagen del templo con altares vacíos. Pero allí quedó uno que por su gran tamaño los Capuchinos no pudieron completar tan genial argucia. Era el Jubiléo esa maravillosa y mística visión de San Francisco en su Capilla de la Porciúncula en Asís, y es aquí donde empieza la vida viajera de nuestro cuadro. La resumo para no cansaros: de Capuchinos al Alcázar de Sevilla, de allí a Madrid, de Madrid vuelta a Sevilla, de Sevilla nuevamente a Madrid, de allí a la localidad de francesa de Pau, y de Pau a Colonia y de Colonia lo tenemos nuevamente en Sevilla, ha regresado para visitarnos. Había viajado antes tanto un cuadro, en una época donde aún no se había inventado el vehículo de motor? Visita con nosotros el Museo de Bellas Artes